11/23/2005

ANIME- Haibane Renmei


Con Animación producida por el Estudio RADIX Haibane Renmei (la Federación de las Alas Ceniza) es una serie de animación de 13 capítulos cuya inspiración procede de una idea original de Yoshitoshi Abe (Serial Experiments Lain, Niea under 7, se encarga del guión)y que cuenta con la dirección de Tomokazu Tokoro (Chikyuu Shôjo Arjuna, Niea under 7) y el diseño de personajes de Akira Takada.(Niea under 7) es un giro de temática por parte del autor, ya que esta producción es de fantasía y caracterizada por una consistencia dramática, a diferencia de la Psicológica y Cyberpunk Lain o la desternillante Niea.

La historia está ambientada en un universo bucólico y a la vez misterioso, donde además de los humanos, existen los llamados "Alas Ceniza" (Haibane) que no nacen, sino aparecen en un capullo, del cual emergen con una forma dada.

La protagonista de la serie, una adolescente llamada Rakka, aparece en una villa llamada Old Home, un sitio de reunión de los alas ceniza.

Es una tradición entre estos recibir su nombre (ya que nacen sin nombre y sin recuerdos de lo que probablemente sea su vida anterior.) del sueño que tienen antes de emerger del capullo, por ello es que Rakka recibe ese nombre, ya que estaba cayendo en su sueño, al poco tiempo le salen alas, lo que le produce un gran dolor, y para completar su adecuación, le es puesto un halo eléctrico, que siempre le causa problemas con el cabello.

De immediato es presentada con los demás habitantes de la casa, Reki, la mayor y líder del grupo quien ejerce en mayor medida el papel de "madre". Nemu, la más madura y que trabaja como ayudante en la biblioteca, Hikari, quien se hace cargo de algunos quehaceres de la casa, Kuu, que parece ser un niño pero es una niña y siempre se esfuerza por ser un buen ejemplo para los más pequeños, junto a ellos conviven Kana que trabaja en la tienda de relojes y muchos otros más.

Pronto, es intoducida en la vida cotidiana de los haibane, que deben buscar un trabajo en el pueblo cercano (Gile), y que no están autorizados a portar dinero. Rakka, tras trabajar ayudando a Nemu en la biblioteca, encuentra una ocupación en los túneles que están bajo los muros del pueblo, y de los que nadie, excepto los misteriosos Touga pueden salir.

Los haibane aparentemente están en ese mundo por una razón relacionada por la expiación del pecado, o la ruptura del ciclo kármico, ya que las alas, tras cierto tiempo, se ennegrecen y el haibane debe descubrir en si mismo la causa de su vinculación al pecado. Pero esta búsqueda no es eterna, si después de un determinado tiempo no consiguen emprender el día del vuelo, son separados del resto y viven el resto de sus días aislados y sin perdón, es decir, la salvación es un acto estrictamente individual.

Para ayudar a los haibane a cumplir con su misión, que es completada cuando parten en el Día del vuelo hacia lugares desconocidos, existe un pueblo llamado los Touga, de los cuales uno es llamado portavoz y es el único que puede tratar con los Haibane, por alguna extraña razón, nunca muestran sus rostros.

La lección final -si la hay- es que el perdón siempre se inicia con la reconciliación, pero con uno mismo, es en la búsqueda interior donde uno encuentra la resolución para ser capaz de aprender de sus errores y salir adelante, entonces uno encuentra el día del vuelo cuando es capaz de vencer a su propio miedo.

En suma, una producción que combina Fantasía, misterio y dramatismo en un escenario exótico y con personajes y un guión muy convincente, muy recomendable.

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11/16/2005

Entrevista a Melintón Eusebio, Cineasta peruano


La maldición lleva su nombre


Originalmente publicada en El Comercio

Por Julio Escalante

MÉLINTON EUSEBIO. Monstruos y espectros delirantes habitan los mitos andinos. "Jarjacha, el demonio del incesto" y "Almas en Pena", son dos películas de terror de este joven director ayacuchano que ahora vive en Lima con la pretensión de filmar la historia de la Casa Matusita.

Mélinton Eusebio ve gente muerta. Si te pones legaña de perro en los ojos verás fantasmas, dicen en algunos pueblos de la sierra. En su caso no fue necesario.

Cuando tenía 10 años, en Ayacucho, el fantasma de su primo vino una noche a su habitación. No quería levantar las sábanas y jalarle de los pies, quería que Mélinton le pidiera perdón. Unos días atrás habían estado jugando fútbol con otros muchachos. Su primo había anotado un gol, Mélinton, que era el portero, lo insultó. Hubo una bronca por eso, una pelea absurda. Ambos dejaron de hablarse. Sentado en su cama, asustado y tratando de convencerse de que la aparición de aquel fantasma había sido solo una alucinación o una pesadilla, Mélinton no supo la verdad hasta la mañana siguiente: su primo había muerto esa misma noche. Había sido la despedida. Así supo que el alma de su pariente quería marcharse sin ofensas. Mélinton no ha vuelto a dormir con la luz apagada.

Ese fue el primer episodio de una serie de eventos desafortunados. Sin embargo Mélinton no cree en maldiciones.

Su primera película --que no fue de terror, sino sobre pandillas juveniles-- la grabó a los 18 años con el elenco del grupo de teatro en el que participaba. Se llamó "Lágrimas de fuego". Una de sus actrices perdió la razón, enloqueció tanto hasta morir. Sin sustento legal, la familia de la muchacha quiso denunciar a Mélinton. El tiempo borró ese mal momento. En noviembre del 2002, estrenó "Jarjacha, el demonio del incesto" en el cine Cavero de Ayacucho, que tiene tres pisos y butacas para mil doscientos espectadores. Permaneció diez semanas en cartelera. Éxito total en taquilla. La prensa se entusiasmó y desde Lima comenzaron a poner interés en este muchacho, casi un autodidacta de la imagen, que hacía películas de terror sobre monstruos andinos en video y con menos de mil nuevos soles. La película trajo otro saldo negativo: tiempo después uno de los actores falleció.

Este 2005, con 27 años, ya estrenó su segundo largometraje de terror, "Almas en Pena", en Ayacucho, Abancay y Andahuaylas. Y otra vez sucedió: un camión usado para grabar una escena cayó desde un barranco. Hubo cuatro heridos. Desde abril vive en San Juan de Miraflores con sus hermanos. Se ha mudado a la capital para investigar y luego rodar el misterio de la Casa Matusita. Está seguro de que nada raro pasará. No muchos le creen.

CIUDAD DEL PECADO
"No vayas solo por la noche porque te puede coger el jarjacha o el terruco", decía la tradición oral con la que creció Mélinton en los ochentas. Había que temerle a lo sobrenatural y a las bombas y disparos de un escuadrón de la muerte. En Ayacucho, cuna de Sendero Luminoso, el miedo era un órgano insertado al cuerpo. Controlar los miedos puede ser el mejor escudo contra el enemigo. Mélinton Eusebio se recuerda de niño, viendo una película de Drácula en la televisión y huyendo despavorido: "Me metía debajo de la cama, pero mis padres me forzaban a verlo".

Luego de ingresar a la Universidad San Cristóbal de Huamanga para estudiar Derecho y darle gusto a la familia, supo que debía volver al cine, a su afición de toda la vida, a contar historias para miles de ojos. Y eligió la leyenda del jarjacha (que ríe Jar,jar, jar), un ser condenado que lanza escupitajos de llama para paralizar a sus víctimas y luego devorarles el cerebro como un zombi. Esta fue la primera criatura horripilante de la pantalla grande con raíces andinas.

En la película el pueblo castiga el pecado: mata a pedradas al alcalde por acostarse con su hija. Pero este vuelve como Jarjacha a cobrar venganza.

El jarjacha de Mélinton es un encapuchado con hábito de fraile y rostro de un maniático de comedia. Puede resultar una farsa para los acostumbrados al maquillaje de Freddy Kruger o los efectos especiales de cualquier mala película de Hollywood.

"Jarjacha, el demonio del incesto" se grabó en la comunidad de Rancha. Y le ha traído mala suerte. Sus vecinos lo llaman "Pueblo de jarjachas". Es decir, pueblo de pecadores. Hace una semana un equipo de la cadena Telemundo vino a entrevistar al director ayacuchano. Mélinton quiso convencer a las autoridades de que las cámaras realicen unas tomas para el reportaje. Se negaron: "Qué quieres, que nos conozcan así en otros países". Temen ser condenados por los ojos del mundo.

GUSTOS Y ESCALOFRÍOS
"La cerda es mía", dice el demonio que habita el cuerpo de una niña linda. El sacerdote le salpica agua bendita y lee la Biblia. Las paredes tiemblan. La madre de la niña clama piedad al cielo. Y la cabeza de su hija gira en 360 grados, como un tornillo. Esta es una escena de "El exorcista", quizá la película que ha asustado a más generaciones. Esta y decenas de títulos más forman el estudio de aprendizaje de Mélinton Eusebio. Su formación audiovisual termina después de las dos de la madrugada. No es un fanático de carnicerías humanas como en el gore, esa categoría de
películas donde predominan decapitados, vísceras y la sangre con la consistencia de una mermelada de fresa.

Lo suyo es el terror que va directo a los nervios. Le encanta el suspenso. La sorpresa final de "El sexto sentido". Y ese diván de la tortura psicológica que es el cine de terror japonés.

Si el museo clásico del miedo lo integran Drácula, la momia, el hombre lobo, la criatura de Frankenstein, una habitación peruana del pánico podría tener entre sus miembros al 'pishtaco', succionador de grasa del hombre de los Andes; Sara Hellen, amante del Conde Drácula con residencia en un cementerio de Ica: Mónica, una seductora fantasma arequipeña que busca jóvenes en discotecas, el Kharisiri,pariente aimara del pishtaco, de quien el puneño Henry Vallejo ha realizado una película de notable éxito en Juliaca, Ilave y otras provincias del sur.

Mélinton Eusebio está segurísimo de que el jarjacha y el pishtaco son personajes que podrían invadir mercados en el extranjero. "Son totalmente exportables". Lo dice como quien reconoce en ellos el potencial de un producto de bandera o de un jugador de "fulbo peruano" para las ligas mayores. De otra cosa está convencido que estas leyendas rurales son un medio de control social.

De paseo por Mesa Redonda y el centro comercial El Hueco, Mélinton Eusebio ha conseguido elevar su ego: "Jarjacha" es una de las películas peruanas más pirateadas.

A mediados de los setentas se filmó "El inquisidor de Lima", una coproducción argentina. Y ese es el antecedente más próximo a Jarjacha en el cine de terror peruano. Mélinton dice que quizá los cineastas de Lima no han sentido el miedo del provinciano y por eso "su cine no tiene un enganche con el pueblo".

"Voy a morir haciendo cine. Tengo que evolucionar hacia algo más personal. Esto es un inicio", dice sentado en una sala de cine. Siente que a su edad debió tener ya cinco películas filmadas. Tiene una deuda que superar. Quisiera negar que el terror ya lo enganchó, pero no puede. Está convencido de que quien no estudia Derecho se pierde algo bueno de la vida. Uno lo imagina quitándose la casaca y la camiseta y poniéndose la corbata y el saco. Transformándose. No sabe cómo pero seguirá filmando películas y ejercerá su profesión. No le teme al futuro.

Uno de los correos electrónicos de Mélinton tiene por seudónimo: "conunacámaraenlamanoyunaideaenlacabeza". Aunque no haya dinero y sus producciones continúen siendo baratas, le basta con la confianza en esas dos armas: la imaginación y un equipo de grabación.

En Lima no puede ir por la vida sin correr peligro, como en el campo. Siente sombras que lo persiguen y no camina tranquilo por la calle. "Y pensar que en algunos pueblos de Ayacucho a los delincuentes de Lima ya los hubieran linchado", dice. A Mélinton Eusebio le siguen ocurriendo eventos desafortunados pero no cree en maldiciones. Hace una semana robaron los cables de teléfono en su barrio de Ciudad de Dios y el viernes pasado un perro le clavó los colmillos en la piel. Apenas sangró.



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11/14/2005

Microcuento- Incendio de Mediodía

Bueno, ahora me aventuro en esto de los microcuentos, a ver como sale...



Fuego.
llamas silenciosas que consumen.
Como carnívoras transgresoras,
un sueño despierto, que
da vueltas en el encierro de una mente ansiosa.
Que, Sentada frente a una página, ve a sus miedos pasar
y que, trás darse por vencida una y mil veces,
en la cumbre del terror, se rinde y escribe:
"Fuego..."



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11/11/2005

Microcuento -Fantasía de eSapo

Kala Azar nos sorprende nuevamente con un microrrelato muy a su estilo.



Fantasía de eSapo.


Por kala Azar


La araña preparo sus redes y se sentó a esperar.
Dos figuritas de barro-chocolate venían por el camino de mazapán.
- El animal es el único hombre que cae dos veces en la misma trampa- dijeron los Dodós
-Está ciego –los Topos.
-No escucha consejos –los insectos.
-¿Cómo puede caminar después de la ultima vez?-las serpientes.
Ella le arrancaba pedazos a él y los comía
El olía su aroma a frambuesa.
Los árboles Disney bostezaban.
Las voces, las protestas, los gritos, el asombro, se fundieron en una bola negra y pegajosa y putrefacta y…
Las figuritas de barro-chocolate temblaron. Algo pasaba.
Árboles con ojos atentos los veían pasar, piedras de duros oídos escuchaban sus pasos.
En el recodo la bola los golpeó, aplastó, machacó.
Las dos figuritas quedaron tendidas en el camino.
El soñaba que ella se lo comía.
Ella soñaba que el moría por su olor.
Y eran felices y estaban muertos.
Y los animales volvieron a sus madrigueras en silencio.
La araña se encogió de hombros y guardo sus redes.
Mañana seria la misma historia.



FIN.


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11/10/2005

Microcuento - Victima

Hey flaquita, mírame.

Estoy frente a ti. No te hagas la loca.

Sí. Quiero que me des plata, pues. Yo sé que tienes, no te hagas.

Por gusto gritas, por aquí no pasa nadie, ni vivo ni muerto.

Tranquila, flaquita, tranquila. Shhh. La verdad que estás buena flaquita, franco.

Por gusto miras a todos lados, ya te dije que por aquí no pasa nadie.

Sí, me doy cuenta que es de noche y que hay luna llena.

No me amenaces, flaquita, vas a perder. No me cambies de cara.

Sí, seguro que vas a defenderte con uñas y dientes. Sobre todo con tus dientes, ¿no?

Pero yo tengo un crucifijo de plata.

Ves, quema.

Ahora, suelta el billete.


Daniel Salvo


Publicado originalmente en Gambito de Peón
http://blogs.ya.com/gambitodepeon/

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