LIBROS: La isla de los amores infinitos
Uno no sabe a qué atenerse frente a esta novela. De un lado, el infaltable (e inefable) texto de la contraportada, que nos sugiere una especie de novela rosa a lo Corín Tellado con fondo multinacional, cual si se tratara de una pelicula de James Bond. Del otro, el background de la autora, afamada escritora cubana de ciencia-ficción y fantasía, cuya obra está siendo reeditada por el sello Alfaguara, aunque no se encuentra en librerías peruanas. Por suerte, "La isla de los amores infinitos" si ha tenido una buena distribución en librerías y supermercados, y el precio no es caro.
¿Dejó Daina Chaviano la fantasía y la ciencia-ficción por la novela rosa? Para nada: esta novela, que por cierto, no pude soltar una vez iniciada, mezcla a tantos iguales elementos fantásticos y sucesos reales, pertenecientes a tiempos pasados y contemporáneos. Es pues una fantástica novela de amor, o una novela de amor fantástica. Por que la protagonizan tanto los vivos como los muertos, tanto seres humanos como seres sobrenaturales, resultando triunfantes aquellos que siguen sus mejores sentimientos, especialmente, el amor... No hay una sola historia, mas bien, se trata de varias sagas familiares, con orígenes tan diversos como China, África o España, que llegan a unir sus destinos en la Cuba de los sesenta como en la Miami del siglo XXI.
Si hay un aspecto positivo a destacar de esta novela, entre varios, es su profunda valoración de algo que sólo puede llamarse como "mezcla de razas y culturas", que provoca tantos temores y prejuicios en otros. En el contexto de la novela - y ojalá algún día, en la vida real - , la felicidad parece ser siempre el resultado de la liberación de los prejuicios, de aceptar al otro - y a lo otro, como puede ser lo sobrenatural o lo inexplicable - como parte de nuestras vidas. Cuesta al principio - veáse sino cómo sufre la pareja compuesta por un descendiente de inmigrantes españoles y una mulata ex-prostituta, y cómo éstos engendran el sufrimiento de su hija, al no aceptar su amor por un descendiente de chinos - , pero la autora logra convencernos que la mezcla, la variedad, es siempre sinónimo de vitalidad, alegria y crecimiento.
Uno de los pocos puntos criticables de la novela es un persistente tono anticastrista, que en ocasionales llega a la carícatura ramplona, y que no aporta nada al desarrollo de la novela, ni influye en lo más mínimo en los juicios que el lector pueda formarse sobre la actualidad política de otras partes del mundo.