7/08/2006

LIBROS: La canción de Kali


La canción de Kali
Dan Simmons
(Song of Kali, 1985)
Ediciones B
1994

La novela inicia con una afirmación del protagonista que, a nosotros, habitantes del tercer mundo y acaso moradores de ciudades calcutizadas, nos parecerá de lo más racista y oprobiosa: Calcuta es una ciudad que debería ser destruida, borrada por completo de la faz de la Tierra, todos sus moradores exterminados. El protagonista imagina bombas atómicas cayendo sobre Calcuta, como mínima garantía de su desaparición.
¿Destruir una ciudad llena de pobres y menesterosos, a cuyo alivio dedicó la Madre Teresa su existencia? Suena cruel por demás, pero después de conocer las espantosas experiencias del protagonista, un escritor que además ha ido a la India en busca de un poeta aparentemente fallecido, para dedicarle un especial en una revista literaria norteamericana, no se puede estar más de acuerdo. Delenda est Calcuta, en nombre de todo lo que pueda parecer bueno en el universo. Lovecraft no podría haberlo dicho mejor.
Y es que, para empezar, Calcuta deriva su nombre nada menos que de la diosa Kali. En sus orígenes, era una pequeña ciudad llamada Kaliksetra o Kalikata, “el lugar de Kali”. Actualmente, Calcuta (hasta el 2001 su nombre oficial era Calcutta, con doble t) es una ciudad de gran importancia religiosa y cultural. Ahí nació Rabindranath Tagore. Y ahí está también el Kalighat, el principal templo dedicado a la diosa Kali.
¿Y qué hay con Kali? Kali es la diosa de la oscuridad, la noche, el mal. Bebedora de sangre. La única capaz de ponerle el pie encima al poderoso Shiva, uno de los tres dioses principales del panteón hindú..
Obviamente, a una diosa así no se le ofrece flores, yogur light o canciones tipo cantemos al amor de los amores… Más bien, se le ofrece himnos como este:

El mundo es dolor,
Oh, terrible mujer de Siva
Estás masticando la carne:
Oh, terrible mujer de Siva
Tu lengua está bebiendo la sangre.
¡Oh, Madre oscura! Oh, Madre desnuda
Oh, amada de Siva
El mundo es dolor.

Ni que decir tiene que su culto es secreto, y exige como mínimo el sacrificio de animales. Como mínimo. Pero el pobre protagonista de esta historia, Robert Luczak, prácticamente sin quererlo, se sumergirá en los profundos horrores que involucra oir la canción de Kali.
Como escritor miembro del staff de una revista literaria norteamericana, Robert recibe el encargo de viajar a Calcuta a fin de entrevistarse con M. Das. M. Das es un afamado poeta, considerado el sucesor de Rabindranath Tagore, desaparecido hace muchos años. Pero en tiempos más recientes, se han recibido escritos y poemas que, según exegetas hindúes, serían de su autoría. ¿Ha reaparecido M. Das, o se trata de un hábil impostor? La misión de Luczak es ubicarlo y entrevistarlo.
Sólo que una vez llegado a Calcuta, en compañía de su esposa y su pequeña hija de siete meses, empiezan los horrores. Ninguna entidad académica le presta ayuda respecto al paradero de M. Das. Pero si hay quienes saben algo. Gentes vinculadas a los kapalikas – adoradores de Kali -, a los Sindicatos de Mendigos, a los guardianes de las morgues. Robert Luczak, con repugnancia al principio pero con fascinación después, llega al fin a encontrarse cara a cara con M. Das, quien le explica una de las razones por las que permanece oculto: ha contraído la lepra. Le entrega un manuscrito con el expreso deseo de que éste sea publicado. ¿Es todo lo que desea? ¿Es todo lo que desean los adoradores de Kali?
No. Una de las razones por las que M. Das se oculta es, ya lo dijimos, la lepra. La otra razón tiene que ver con el culto de Kali, sus poderes sobre la vida y la muerte, y cómo no, la mismísima ciudad de Calcuta. Recorrerla tanto de día como de noche es tanto o más aterrador como lo que le ocurre al pobre Robert Luczak. Claro, es la visión de Dan Simmons, la Calcuta real no puede ser así.
Al menos, eso creo.

Daniel Salvo


Dan Simmons, autores, terror, La canción de Kali

4 comentarios:

Juan Arellano

Daniel, te las has arreglado para no hablar sobre que te pareció la novela, sino sólo sobre el argumento ... eres un pillo, jajaja.

A mi me encantó la novela, te diré, o ya te dije un día creo. Uno de estos días que esté ocioso la releo y escribo algo, pero el principio, con sus toques racitas y todo me gustó mucho, lo que pasa es que la obra se me metió en la piel como quien dice.

ALEX

me parece muy buena y creo que tienes mucho futuro , soy kaula de kali y la merte tambien tiene su lado hermozo

Daniel Salvo

Gracias por los comentarios, a ambos. Aunque el último tiene su toque escalofríante...

Daniel Salvo

Respecto a qué me pareció la novela... pues desesperante y aterradora al mismo tiempo, un horror prolongado que alcanza un clímax que no constituye ningún alivio.

  © Blogger template por Emporium Digital 2008

De vuelta hacia ARRIBA