1/28/2007

CINE - Mensajero de la Oscuridad (2002)


Basada en la novela del ufólogo e investigador paranormal John A. Keel (1930-) The Mothman Prophecies, esta película, dirigida por Mark Pellington es una expedición al terreno de lo sobrenatural, aunque con una aparentemente sorprendente cuota de "realismo" ya que los sucesos que se narran (la caída inexplicable del puente Silver en Point Pleasant, Virginia) están enmarcados dentro de una ambientación realista, contando además con el renombre de "estar basada en eventos reales"

La película, a diferencia del libro, deja de lado la mayor parte de las teorías acerca de la intervención sobrenatural o extraterreste (en el caso de los OVNIs) para enfocarse en una historia de suspenso pura y dura, en la cual el personaje principal será el reportero Jonh Klein, encarnado por el varias veces nominado al Oscar Richard Gere, cuyo nombre se obtiene a partir de un juego de palabras sobre el nombre del autor.

Tras enviudar inesperada y misteriosamente, Klein se pone sobre la pista de un misterio que intuye más no alcanza a entender y que lo lleva, inexplicablemente a Point Pleasant, cuando, partiendo desde Washington, su ciudad, no podría haber llegado más que a una velocidad realmente espeluznante.

Es aquí que traba contacto con los habitantes de la ciudad, Gordon Smallwood (Will Patton) y su esposa Denise (Lucinda Jenney) y en especial la policía del pueblo Connie Mills (La También nominada al Oscar Laura Linney), y, por intermedio de esta, de toda la trama de misterios que ocurren en esta ciudad que tienen que ver con la aparición de un extraño ser que parece guardar relación con la pérdida de Klein.

El Director trata de vender coherentemente una explicación a lo sobrenatural desde el punto de vista de la existencia incuestionable de otros "seres superiores" (independientemente de su filiación o naturaleza) tal como se da a entender en la escena en que Klein visita al Dr. Leek (Otro anagrama para Keel, creado por necesidades cinematográficas para dar un contrapeso del dubitativo Klein e interpretado por Alan Bates) objetivo que logra con creces, ya que, como es usual para las películas de este corte, las pistas que conducen a la "solución" del misterio nunca están del todo claras (las apariciones del "ser" e incluso sus "declaraciones", los mensajes inexplicables enviados por la esposa de Klein, el sueño de Connie) y no terminan de encajar sino hasta el final, cuando la tragedia es ya inevitable.

Si a lo anteriormente mencionado se suma el hecho de estar aparentemente basado en "hechos reales" pues configura una mezcla aparentemente tan contundente como espeluznante a la que colaboran principalmente las actuaciones de Gere y Linney, quienes se contrapesan muy bien y un manejo adecuado del ritmo narrativo así como de la música, que sin caer en el barroquismo orquestral de otras producciones, cumple con ambientar y crear una atmósfera proclive.

En conclusión, una película sobre lo sobrenatural que funciona además como entretenimiento, muy recomendable.


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1/17/2007

LIBROS: El Juego de los Abalorios

Escrita por el Premio Nobel 1946 Hermann Hesse, El Juego de los abalorios es la última novela escrita por este autor, y, probablemente, la más notable de sus novelas, aunque no la más conocida, en la que pone de relieve sus particulares visiones sobre la existencia, humana, la estética e incluso la religión.

Una de las aspiraciones personales de Hesse era el encontrar una espiritualidad universal que diera respuestas a la existencia humana, aspiración que encuentra un eco o un atisbo de respuesta en una futurista e hipotética Castalia, país en el que se ambienta la novela, que se inicia con un largo prólogo acerca del devenir cultural de la civilización occidental, que, desde los albores de la edad de la razón (con especial enfásis en las formas musicales barrocas, tales como la fuga lo que lo emparenta con los escritos de Schopenhauer) y de como estas, tan relacionadas a la "razón" fueron decayendo en lo que se dio en llamar Cultura Folletinesca, en al que las banalidades causadas por el libertinaje del espíritu se extienden a todos los terrenos, conviertiendo a la cultura un fárrago de cosas sin sentido, aquí hay un parálelo con la novela de Bradbury Farenheit 451 en la que la civilización se ahoga en el propio ruido o en su propia miasma cultural.

Pero, lejos de un escenario Distópico como el de la novela de Bradbury, Hesse asume con esperanza la construcción de una alternativa utópica, aunque no perfecta, la creación del juego de los abalorios (Grasperlenspiel) que comienza como una aspiración para crear un sistema para reflejar conocimientos y termina por convertirse en un sistema que integra matemáticas, filosofía y música dentro de un sólo soporte, sirviendo como vehículo para la expansión del conocimiento y además para el planteamiento de nuevas formas y sistemas, que generan nuevos puntos de vista, nuevas lógicas, nuevas ciencias, al final el juego no es tanto una representación del conocimiento como una representación (en el sentido que señala Schopenhauer) de la voluntad y aspiración de los jugadores, es decir, sistemas lógicos, filosóficos, musicales posibles (no necesariamente reales, pero coherentes entre sí) Y de la organización erigida alrededor de esta, que tiene como cumbre y centro al Magister Ludi, Maestro del Juego, con el reconocimiento de un Papa o un santo, y que asume tal posición trás crear su propio juego maestro.

La Obra se centra en la Biografía de Joseph Knecht, quien durante la obra evoluciona desde un joven estudiante que encuentra la inspiración de su vida en una tarde musical pasada con un maestro y se consagra a este, evolucionando en su búsqueda de conocimientos, a lo largo de varios períodos, entre los cuales destacan su presencia como estudioso en un monasterio y como compañero de un maestro oriental del arte de la construcción de casas (Feng Shui) que es el que finalmente le da a Knecht el juego maestro que estaba buscando, aquí probablemente comprobamos la aspiración del autor de una unión ecuménica entre Oriente y Occidente, algo que Frank Herbert refleja en la Construcción de la Biblia Católica Naranja en Dune.

Y luego, tras su ascensión al cargo y su intento de acercar lazos con el mundo exterior, deja la Orden, al percibir el cambio del tiempo y la decadencia en la que Castalia y el juego se encuentran frente al mundo, con lo cual se extrae la conclusión de la imposibilidad de la utopía, ya que inevitablemente sumerge al mundo dentro de una particular visión lo cual es contrario a la naturalmente diverso de la humanidad.

Finalmente, la figura del maestro se pierde en la leyenda, y en unos últimos momentos narrados de una forma que refleja claramente la influencia jungiana en Hesse (el joven consigue llegar al final sin esfuerzo, el viejo cae presa del frío y sucumbe) que además se complementan con Los poemas de Knecht, con una clara vocación universal y estética, aunque con claros matices barrocos y los tres "Curricula Vitae" cuentos en los que pone de manifiesto todo su talento como constructor de escenarios y como escritor capaz de asumir varios registros y sistemas de creencia (chamán, hindú, cristiano) redondeando una obra que es tanto testimonio de vida como de estética personal y de creencia y que, en el registro de lo fantástico, nos muestra el abánico de genialidad que este gran escritor, cuyas preocupaciones son y serán universales.


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1/02/2007

LIBROS: Rosa Cuchillo


Rosa Cuchillo


Oscar Colchado Lucio

Premio Nacional de Novela 1996

Universidad Federico Villarreal

Editorial San Marcos

Lima, 2005



Pareciera ser que esa perspectiva según la cual la literatura peruana es predominantemente "realista" es más un lugar común para conversaciones de café (o de cantina) que una realidad. Podría decirse que, obviamente, hay excepciones que confirman la regla, pero tantas excepciones se están volviendo innumerables. Más bien, cabe conjeturar que el famoso realismo de la literatura peruana es una suerte de anteojera de la que nos proveen desde las escuelas hasta las universidades. Hombre, si es literatura peruana, es realista o no es. Y si no lo es a simple vista, escarbemos un poquito y encontraremos el realismo a como de lugar. No me digan que, si hay por ahí quien sostiene que hasta Clemente Palma era un escritor realista.


En fin, todo esto comprueba que no se pierde nada pensando por sí mismo. Las recompensas son innúmeras, pero en el caso concreto, la recompensa ha sido encontrar esta maravillosa obra que es Rosa Cuchillo, acreedora del Premo Nacional de Novela 1996 de la Universidad Federico Villarreal. ¿Alguien sabe si ese premio sigue existiendo? En todo caso, estuvo bien otorgado esta vez.


La historia de Rosa Cuchillo en realidad son dos historias: la de ella, en su peregrinaje por el otro mundo, y la de su hijo Liborio, en su peregrinaje en este mundo. Mientras Rosa Wanka - mejor conocida como Rosa Cuchillo - camina en búsqueda de su destino final en el más allá andino, Liborio vive intensamente como miembro de Sendero Luminoso.


Hago un paréntesis para precisar que considero a Sendero Luminoso un grupo terrorista y no guerrillero o revolucionario, cuyas prácticas han sido el asesinato y el atentado. Pero el personaje de Liborio está bastante lejos de esta insanía desatada por Abimael Guzmán y sus seguidores más cercanos. Liborio es el campesino que sigue viviendo en un mundo de miseria e injusticia secular, que obviamente está esperando una oportunidad para acabar con ese orden injusto de cosas. Al principio, el cree que unirse a Sendero Luminoso es la manera correcta de combatirlo, pero luego, como dice el texto de la contraportada "va descubriendo que sus jefes sienten y piensan de un modo más parecido al de los jefes de sus adversarios, al de los mistis, que al de él mismo y los suyos". El mismo Abimael Guzmán lo confirmó: fue capturado junto a una bailarina en lugar de alguna luminosa trinchera de combate...


En este contexto, vemos que Liborio lucha también por mantener y hacer respetar su propia cosmovisión, la cual es tenida por sus supuestos líderes como supersticiones indígenas.


En cambio, su madre, Rosa Cuchillo, nos ofrece una hermosa y sorprendente visión del mundo espiritual andino, o cuando menos, una versión del mismo. Su paso por los muchos mundos y ámbitos de ese más allá nos recuerda a la Divina Comedia de Dante Alighieri, con sus infiernos, tipos de pecadores, castigos y monstruos - aparece nuestro monstruo tutelar, la Jarjacha -, así como los seres y almas benévolos. Un perrito, Wayra, será su guía por estos ámbitos, donde encontrará a sus padres, a su esposo, nos revelará el sorprendente origen de Liborio. Las fuerzas y fenómenos de la naturaleza aparecen transmutados aquí: vemos a las grandes montañas andinas comportarse como viejos juergueros. Causan bastante pavor los rios de sangre y de lágrimas, así como sus tristes orígenes. La conexión entre los sucesos que ocurren en nuestro mundo y el más allá de Rosa Cuchillo nos recuerdan que cada acto tiene su consecuencia, y que no podemos tapar el sol con un dedo. Después de todo, el otro mundo es una continuación de éste.


De paso, la novela constituye un clamoroso desmentido a quienes, por ignorancia o anquilosamiento mental, siguen creyendo que la literatura fantástica es un subgénero infantil, al cual le están vedados ciertos temas universales.




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