9/26/2009

CINE: Déjame entrar


Director: Thomas Alfredson
Guión: John Ajvide Lindqvist
País: Suecia
Año: 2008
Título original: Lat den rätte komma in


En estos tiempos en los que las películas de vampiros para adolescentes están de moda, pareciera que una película más sobre estos seres inmortales que se alimentan de sangre no tiene nada nuevo que decir. Pero Déjame entrar es una de esas películas que nos demuestran que nunca está todo dicho respecto a nada en el mundo, y menos, respecto a los vampiros.
Déjame entrar es una película sueca, basada en la novela del mismo nombre de John Ajvide Lindqvist, que de un lado nos hace preguntarnos por qué no hay más vampiros en Suecia, dado que se trata de un lugar donde la noche puede durar tanto... Lo que sería ideal para un vampiro o cualquier ser nocturno.
Como historia, casi podría presentarse como un cuento de hadas protagonizado por dos niños, que aparenta un final feliz, excepto que los dos niños - Oskar y Eli, de doce años, vecinos en un edificio de departamentos situado en Estocolmo - no son para nada niños normales. Oskar es el típico niño débil y temeroso que tiene que aprender a sobrellevar los maltratos de los sempiternos abusadores escolares. Carece de amigos, por tanto, y una de sus diversiones consiste en salir por las noches a su patio y fantasear con vengarse de sus acosadores, venganza que incluye proyectos de muerte. En una de esas noches, se encuentra con Eli, una niña de su edad, tan solitaria como él. No es para menos, pues Eli es una vampira, una niña-vampira que pese a su hambre y poder monstruoso, se nos presenta tanto o más frágil que el propio Oskar.
Inevitablemente, ambas soledades se atraen, pues para Oskar es el único punto de contacto con el lado amable y luminoso de la humanidad (vaya ironía), y para Eli, que tiene doce años "desde hace mucho tiempo", acaso también la única oportunidad de recuperar una humanidad que ha perdido (de muchas maneras, lo que le da más de un sesgo doblemente ambiguo a la película, a juzgar por lo que nos sugiere un breve pero devastador desnudo).
Pero Eli no se puede dejar de alimentar, y para ello cuenta con la ayuda de un cuidador, de quien no sabemos si se trata de su padre o de alguien que pudo ser otra cosa en su pasado. En todo caso, es de lo más revelador que dicho cuidador le pida, en una ocasión, que por esa noche al menos no salga a ver a Oskar. ¿Son celos de padre, de un amante... o quiere proteger al chico de un destino similar al suyo?
Las cosas llegan a un punto álgido cuando Eli se ve en la necesidad de alimentarse por sí misma, al mismo tiempo que Oskar se verá en la necesidad de enfrentarse a sus malvados compañeros de escuela, lo que producirá un punto de inflexión en la película: Oskar mostrará un lado sombrío y hasta cruel - como cuando le exige a Eli que entre a su casa sin invitarla, a sabiendas de que los vampiros sólo pueden ingresar a donde son invitados, de ahí el título Déjame entrar - , mientras que Eli comienza a percibir que acaso está completamente sola y desvalida, a pesar de sus poderes de vampiro. Empero, Oskar llega a recobrar su humanidad, para decidirse a compartirla con Eli, aunque el precio siempre sea la sangre de otros.
¿Final feliz? Parece que sí, aunque será el espectador quien debe arribar a su propia conclusión. En lo que a mi respecta, espero que Eli y Oskar sean felices, dondequiera que estén.

POSTDATA: No pierdan el tiempo esperando que la estrenen en ningún cine. Consígansela como puedan.

Aquí el Trailer:

9/25/2009

CINE: Antichrist (2009)



Hablar del director danés Lars von Trier y de su extensa filmografía así como sus particulares preferencias estéticas y narrativas en el momento de crear un film da para largo y tendido, pero, centrando el tema, podemos comenzar con que el co-autor de la notoria declaración de Principios Dogma 95 y director de las conocidas Dancer in The Dark y Dogville, se haya decidido por hacer algo que precisamente cae fuera de esta línea de principios, un film "de género"

Y es que estamos, sin lugar a dudas, frente a una película de Horror, aunque, por ser von Trier, el tratamiento de la historia, los personajes y la ambientación es particularmente distinta.

Inicialmente, esta producción fue programada para realizarse el año 2005, siendo reescrito el Guión por Von Trier, quien, por causa de una depresión, tampoco pudo llevarla a cabo el año 2007. Logrando finalmente culminarla tras cuatro años de trabajo.

Al igual que otros filmes de Von Trier, la historia se encuentra claramente dividida en Actos, a la manera Teatral, con un Prólogo y un Epílogo, ambos caracterizados por ser en Blanco y Negro, carecer de diálogo y con un fuerte fondo musical, que circundan a los Cuatro Actos o Capítulos de la Historia en la que se desarrolla la trama.

Los personajes, dos esposos de los que no conocemos ni los nombres (Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg, quien tomó el rol después que Eva Green, interesada en este, fuese impedida de hacerlo por sus agentes) viajan, tras la pérdida de su menor hijo (narrada en el prólogo) a una cabaña en una región boscosa llamada Eden.

Aquí "él" (Dafoe) pretende sacar adelante a "ella" mediante la aplicación de una variedad de la terapia cognitiva llamada "terapia de exposición" enmarcada dentro de la Terapéutica Cognitiva, al hacerlo trata de hacerla reconocer y confrontar sus miedos, pero al intentarlo comienza a descubrir cosas que no esperaba.

Primero, las extrañas manifestaciones de la naturaleza en la zona, que se complementan con una frase de ella (ya había pasado un verano allí con su fallecido hijo, escribiendo una tesis inconclusa sobre el feminicidio) acerca de su misteriosa hostilidad.

Segundo, que pese al tratamiento, no parece encontrar respuestas, sino, por el contrario, continua embrollándose en la trama de los miedos y emociones de ella, cayendo en su juego y sin saber que es lo que en realidad le pasa.

Tercero, que a consecuencia de las anteriormente mencionadas, los hechos derivan en una espiral autodestructiva que llega a su cenit con la aparición de los "tres mendigos" elementos mencionados por ella, pero que recién toman significado cerca del final.

El final y el epílogo de la obra dan para más de una interpretación, aunque la más aceptable nos habla de la culpa, las emociones desbocadas y el auto-castigo frente a la supuesta "racionalidad" que al final, al tratar de arreglar las cosas, solamente las juzga y por tanto, lo empeora todo. Del personaje masculino dice Von Trier en una entrevista. "Es un idiota (...) Los hombres tendemos a ser estúpidos.. hacer teorías sobre las cosas y destruirlas."

Con ello, vemos que el verdadero personaje central de la trama es "ella" quien no representa nada, sino más bien expresa, vive, circulando entre las emociones y los abismos de su propia culpa y que al parecer, según la misma entrevista, es el reflejo de las emociones de Von Trier mientras escribía el guión, Trier dice: "Creo que siempre he sido los personajes femeninos de todas mis películas".

El Film fue estrenado en el Festival de Cannes, teniendo una recepción diversa entre el público, siendo abucheado por algunos asistentes,a lo que Von Trier repilció: "no hago películas para complacerlos, las hago para mí y las comparto con ustedes"

Antichrist Recibió el "anti-premio" del jurado ecuménico, afirmando que era "la película más misógina hecha por el auto-proclamado director más grande del mundo" ello por algunas demostraciones de extrema violencia (incluyendo una mutilación) y también escenas eróticas cuasi-explícitas (filmadas al parecer por dos actores de películas pornográficas como dobles) que incluso hicieron desmayar a algunos espectadores.

Al respecto de la recepción de la Película, y la opinión de Von Trier, en una entrevista concedida a The Guardian la actriz Charlotte Gainsbourg (quien fue premiada como mejor actriz en el festival de Cannes) manifestó lo siguiente:

"Realmente confié en él, y eso es también una cosa que considero injusta cuando la gente dice que odia a las mujeres. Porque realmente tenía la impresión que estaba actuando como él. Que el era la mujer. Que estaba pasando por toda la miseria de condición física y ataques de pánico y me relacioné a él completamente, y tuve la impresión que el se conectó a mí, que el entendía mis sentimientos.."

Todo esto nos habla de una obra compleja y comprometida, ante la cual es casi imposible tomar una posición indiferente, por lo que, pese a que Von Trier afirme que no es una película de horror, vaya que los papeles la ambientación y las conclusiones que podemos sacar de ver este film son estremecedoras. Sólo para los valientes de corazón.

Finalmente, aquí el trailer del film (¿llegará alguna vez a estrenarse en nuestras costas?)
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9/24/2009

Fantasy in Music(I): RHIANNON - Stevie Nicks


Inspirada por la novela de Evangeline Walton, La canción de Rhiannon, a su vez basada en los Mabinogion galeses, en los cuales la Diosa que da título a esta canción aparece, los dejamos con esta magnifica interpreación de Stevie Nicks, grabada en 1981 y que originalmente fue ejecutada con Fleetwood Mac:


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9/23/2009

LIBROS: Almanaque Invasores de Marte



Almanaque Invasores de Marte
Invierno 2000
Edición al cuidado de Javier Calvo / 26 Octubre 2000
Reservoir Books – Grijalbo Mondadori / 252 pàginas / 23 cm X 15.3 cm
La carátula de Liniers posee la gracia horripilante y la atmósfera camp correspondiente a la visión que desean transmitir los antologadores, y más allá de su fealdad funcional y de su sombrío colorido deviene en apropiada, cargada de mensajes y premonitoria sobre los contenidos en un rango de certeza superior al promedio.
La mayoría de los relatos poseen un estilo desasido, despegado de la normalidad, en algún caso de un humor casi surreal, pero en general de una jocosidad espléndida. No obstante, cuando de cinco relatos de la sección Invasores de Marte (ciencia ficción) te gustan cuatro y con el postrero llegas a un desencuentro que sin embargo no te impide hallarle méritos, uno puede empezar a señalar la pertinencia de la crestomatía. Si pertinaces incursionamos en Historias con Monstruos (sección de terror) y todos te agradan, catalogando uno como notable y admitiendo el final fallido de otro pero aceptando que es absolutamente legible y disfrutable, sabes que le han metido mucho cariño a la selección, con lo cual reivindico la tarea de Javier Calvo… por lo menos queda dicho, que de ingratitudes está empedrado el camino de los géneros de CF y Terror.
Si agregamos que el humor y la desbocada imaginación que los colman puede facilitar pasar un trago amargo si nos descubren leyéndolos (para los vergonzantes que acuden a laborar con su libro de mano o de bolsillo) o justificar una incursión en el submundo de los géneros (de la que no desearíamos que se enteren nuestros vecin@s o amig@s intelectuales, que sólo leen mainstream convencidos que los subgéneros no contribuyen a revelar los secretos de la existencia), cuestionable por otr@s pero que nos permita declarar, aunque aún aturdidos y culpables, el porque de su peculiar atractivo.


Invasores de Marte: Las mutaciones del horror y la ciencia ficción: Javier Calvo: El prologo confiado a Javier Calvo parece empañar la recopilación, a momentos se siente que no lo merece (después al repasar la crestomatía comprendemos porque fue redactado así), y que debió encargarse de la misma alguien con más valentía y menos apego a lo correcto, pienso en Saurio por ejemplo, quien disfrutaría perpetrándolo con saña y humor. No obstante, queda la sensación de que la aproximación posee un indudable perfil vergonzante, ya que a esos subgéneros se les supone sin categoría cuando son analizados por los críticos del stablishment, pero que pese a esa constatación del canon intelectual se tornan fenómenos de masas, espectados por centimillones en el cine (aunque mucho menos en los libros, pero hay que medir y sumar) ¿Dónde radica la atracción? ¿Podremos explorarlos y aportar algo que sin abochornarnos nos permita gozar cual chanchos en su chiquero cuando los abordamos.
Reflexiono a vuelo de tecla: Quizás por eso la aproximación del ensayo empieza por un medio que se encontraba devaluado (recuerdo ese tópico que repetíamos en los 80’: “Los programas de TV deben aludir a una edad mental de cinco años, ya que l@s niñ@s son potenciales compradores y l@s adult@s no han superado esa edad mental”. Pero, a contrapelo, ha sido en la TV donde aparecen los síntomas, en la pantalla que disuelve el flujo histórico para armar un puzzle donde aparecen entremezclados los documentales científicos sobre el clima y las catástrofes ambientales, las extinciones de especies y la desaparición de ecosistemas con las familias disfuncionales, los guiones que recogen la multiplicidad de la realidad y los policiales con forenses y asesinos múltiples como protagonistas que adquieren una complejidad superior a cualquier intento anterior y entonces dimensiones insospechadas de solidaridad brotan como ocurre en Cold Case o se construyen atractivos personajes para nada “políticamente correctos” como en Dexter. Al referirse a mezclas es palmaria la evidencia del conecte con lo postmoderno, el kitsch, la multivariedad y la retroalimentación y nos prepara para la red de redes donde crear significa copiar-manchar-pegar-transmutar con el toque alquímico (Frankenstein mediante) de la propia contribución
Además, por encontrarse en el borde vivo de la búsqueda científica, la CF ha tendido a reflejar y a reflexionar sobre las implicancias de los descubrimientos o la aparición de nuevas teorías explicativas de la vida, la materia, la humanidad, en un ping pong retroalimentador que sólo en este género se produce, que nos allana la ruta hacia la aceptación de una realidad caótica y hasta con abundantes ideas claras mostradas en forma inteligible e inteligente. Basta revisar los innumerables aciertos que jalonan las páginas del género, a pesar de no ser ese su objetivo. Al igual que las espléndidas ideas que teje Calvo (el señalar mi discrepancia inicial por un enfoque próximo a pacato, no es óbice para destacarlas) como los mecanismos de autorreferencialidad: secuela, remake, reciclaje; o la evocación de Videodrome referida a la “mesa mezclas del creador de subproductos” y la multiplicidad ambigüa que carcome a los interlocutores cual obra de teatro con transferencia de personajes; fuera de bromas el artículo es excelente, lo que al final uno lamenta es que estando tan bien informado no luche con más ahínco por nuestros géneros de las entretelas, y así no quedarse con la argumentación recopilada y mejor demostrar que ese afán de seriedad de lo académico es ñoño y aburrido, aunque nos importa un bledo lo que piensen, ya que en la actualidad se la pasan trascendiendo nuestros géneros cuando en realidad los invaden y los saquean en nombre del sagrado mainstream.
Calvo es estimulante y divertido, erudito y autorreferencial (aplicando a si mismo las categorías con que analiza su material), que mejor reclamo para la cacería de monstruos podríamos pedir, no obstante engolosinado por el terror del écran olvida a ratos a la CF que ha seguido otro camino y como diría Mark Millar respecto al Iron Man de Civil War “similar pero distinto”.


La página pantalla: Eloy Fernández Porta: El cierre encomendado deviene en innecesario y lamentable, quiere ser más intelectual de lo expone y más críptico de lo que cree, con lo cual desluce cualquier idea novedosa pergeñada, como con frecuencia le ocurre a comentaristas que imitando a los críticos desean superar su material, creyendo que es tarea fácil (soy consciente de que me trago mi propia cabeza, pero tenía que decirlo).
Siendo Jarjacha la que albergará este texto, arranco con el orden establecido en el libro: I. Historias con Monstruos




El Retorno: Roberto Bolaño:
Leer sin esfuerzo, sin tensión neuronal aparente, deslizarse sobre el horror cual cadáver engrasado, con la necrofilia transmutada en elegante y ligera elección, sin aristas conmocionantes y cincelada con tanta suavidad como si las mariposas estampadas en una tela se desvanecieron en trémulos aleteos. Navegar por la consternación como superficie lubricada, y mantenerse apartado de lo esperado mientras flamea en alto el estandarte del interés -condimentado con la suficiente originalidad para sorprendernos, pero sin los alardes experimentales que rechazaríamos-, en algún momento recordé ese estilo fresco, desinhibido y documental de “Literatura nazi en América“y en simultánea la conciencia del autor que pule con igual empeño de joyero de la palabra (no por algo creó el movimiento poético infrarrealista), una novela que un relato, en una demostración palpable de responsabilidad y cariño por el oficio. Por si acaso, de lo que no queda es que las mujeres de ensueño son las traidoras de la vigilia.



Esto ocurrió: Andrés Ehrenhaus
Se inicia como un informe de avances de investigación pero se torna un catálogo de preocupaciones que oscilan entre la sospecha y un leve pánico. Cada cifra se refiere a un tema apenas reconocible pero que podemos intuir y develar: 1. Similitudes y diferencias en torno a los significados diversos de la amistad 2. Empiezan las fugas hacia lo innombrable 3. Distorsión leve del entorno, aunque reiterativa y abierta 4. Sorpresas o… confusiones en torno a un cocktail-party y teléfonos 5. Explicación con pulso de espanto, eso si narrada con emoción y dramatismo 6. Sobre la indeterminación y sus consecuencias, con brillo verde y beodez hambienta 7. Aparente retorno a la normalidad (es que un descanso entre tanta carcajada es necesario, no por que dejemos de reír sino por que nos retrotrae a lo manejable, a lo medible) Sarcástico hasta la desmesura, atrapa vuelo trepando por sus propias frases hasta lograr un cocktail como el de la fiesta donde coexisten la burla vestida de respeto y el detalle descriptivo como ironía eclipsada por el pavor, porque de que lo hay, lo hay, sólo que al estilo tamal, envuelto en capas de alegría 8. Desopilante seducción virtual o… fantasmal con nalgona que urge del bidet 9. Del desconcierto como aceptación del absurdo en medio de acontecimientos extraños 10. Frustraciones varias y conspiración de zombies 11. Happening probable de arte vivencial y falta de perspicacia 12. Atrapado sin remedio 13. De una cierta insensibilidad como tabla de salvación. Desternillante, la mandíbula duele al terminar, lo mejor es leerlo de una sentada.



Uno es lo que come: Guillem Martínez:
Va de vampiros, desde que pone el pie en el acelerador del relato trata de dotar a la familia de un aire de incomprensibilidad, de memoria fragmentada por dolorosa, y dispersa por la polvareda espesa que no se asienta temporalmente; los razonamientos vampíricos son confusos tal y como debe ser el proceso de pensamiento de tales seres marginales y lo consigue, tomando en cuenta su nutrición y lo que implica; a momentos tampoco yo sabía de que iba, pero eso si con la guía del título, que lo lleva pintado me ubicaba y me volvía a desternillar. Es verídico, en ocasiones el humor in crescendo nos obtura la garganta a risotadas, introduce los elementos jocosos a veces con un sopapo, en ocasiones con un quiebre, pero lo cierto es que no ahorra los motivos desternillantes, y de repente nos azota con una onda de amargor que para que lo pruebo, por ejemplo, el vástago no cree en el gran Secreto y constata que siempre comen morcillas y que su madre llora cuando cree que no la escucha. Es patético pero divertido como esos filmes indies USA (A Good Life), y dosificar la información en breves capítulos que sugieren pero no atosigan una adecuada manera para medrar en el pseudos misterio y prepararnos para la próxima risotada, y así como para “hijo” los datos encajan y adquieren sentido, asimismo para el lector las zonas oscuras que evito diligente para que no se agriaran las peripecias se articulan y echan a andar sin que cojera comprensiva las afecte. ¡… Ah!, y nos deja un regusto triste aunque nos haya acribillado a carcajadas, por un resquicio se cuele el recuerdo de “Aquí yace el wub” del maestro PK Dick y de algo no tuve duda reflexionando sobre la forma de recordar de “padre” y “madre”: los verdaderos españoles en la guerra civil fueron los republicanos.



Mamis Malas: Naief Yeyha
Desvergonzada y licenciosa, el título no dice todo, hay más, mucho más en la reproducción reiterada de lo producido en el equipo de TV y los métodos a que recurre para el éxito del programa, mezclado con humillación y vileza se encarama a la repulsión y al desmadre. Crítica devastadora a los “reality show”, pero a pesar de que desnudan a Televisa y en general a la TV azteca no me logro convencer del sendero elegido, hay unas líneas postreras que no funcionan, ya que han debido terminar no como avergonzados criminales sino como exitosos negociantes que logran vender una mercancía infame. Lástima que afloje al final, pudo ser redondo.



Historia con Monstruos: Rodrigo Fresán
Es la fresa que corona la copa de helado, sobre todo para quienes amamos el cine y en particular las películas de Stanley Kubrick. Basado en hechos “rigurosamente ciertos” como suele decirse, pero no por ello sus líneas se tropiezan con la insipidez ni son magras en imaginación. Emprende la singladura con un episodio cardíaco extremo mixturado con las reminiscencias de “La Mujer Escorpión”, el momento de concepción de su hijo y un fenómeno de feria y una frase que podría ser de Susan Sontag: “Una fotografía es un secreto sobre un secreto. Cuanto más te dice, menos sabes” y eso en los párrafos inaugurales. Se despliega multiforme devorando ciencia-ficción, filmografías y actuaciones nimbadas de sincronías y quizás casualidades. Fresán posee esa erudición fácil y refinada de quien ha leído en abundancia y bien, expresado en enunciados como: “Mucho antes de intercambiar dinero o mercancías, los hombres aprendieron a intercambiar historias. Las historias como forma invisible pero sólida de la riqueza”, lo cual de inmediato me llevó a evocar a Ivo Andric y su “Puente sobre el Drina” donde ambos bandos en pugna también se intercambian poemas, mujeres y canciones, revelando que la cultura es más importante para la historia que el dinero. T (el monstruo por tratamiento) parodia los telegramas cuando conversa, y el Diario de su madre, la actriz Talbot remeda sin disimulo las crónicas sentimentales pero con muy mala leche. Rescato más perlas para el bello collar con que nos adorna suave el relato:
“Hay algo en las mujeres disfuncionales que las vuelve irresistible… la capacidad que ellas tiene para destruir a los hombres sin sentirse responsables de los efectos de esa destrucción” o sobre envejecer: “la mayoría de las cosas que entonces nos parecen divertidas, con el tiempo se revelan, para siempre, como formas innegables de lo patético”; y hasta una que comparte la sibilina característica del uso temporal hereje que practican muchos cineastas y escritores latinoamericanos.
Y un final oscilando de lo expectante a lo esplendoroso, que tiende pseudópodos hacia otros tiempos y tentáculos hacia dimensiones alternativas como buen serial del género, e inundado de luminosa esperanza como para volverlo a vivir otra vez.
Respecto al enlace que edifica entre cine de ciencia-ficción y relato, podemos decir: ¡Que engarce tan ajustado! ¡Que bruñido tan rico en matices! Y siendo traslúcido como ala de mariposa, es musculoso como cuerpo de selacio. Sección aparte son los afiches de filmes que por si mismos ameritan una revisión pormenorizada, un análisis contextual, una síntesis sensible, un derramarse de vivencias, agregando encanto a la lectura.



II, Invasores de Marte



Sonata: Juan Abreu
A partir del petardeo germinal se inserta en la línea de los Horars de Gene Wolfe, en la demolición del belicismo de Harry Harrison o en la crítica antimilitarista de Joe Haldeman. Es hightech en la perspectiva burda, mecanoide y superficial que desintegra la carne y la humanidad. La situación social ha transitado al descalabro y al desorden violento, la ambiental ha derivado a la catástrofe. Las armas son se novísima generación: sólo disparan cuando hay reconocimiento por voz del usuario designado. Africa ha sido convertido en un continente de pruebas guerreras y su población exterminada. El protagonista que vive enfrentando recuerdos, evoca en especial dos: una playa prístina antes de la hecatombe, y una escena de una crudeza sexual inusual. Existe dependencia extrema de los clones de entretenimiento sexual, mientras juegan a ser consumidores responsables y los soldados perfectos fabricados por la corporación Disney o por las cofradías religiosas se dedican a la devastación inmisericorde. Reproduzco un enunciado: “arrasada y contaminada superficie terrestre. Flotaba sobre lo que fuera Perú”.
Cuando el combate se descarga podemos sentirlo vibrar espeluznante pero con perfil hermoso; horrísono y no obstante musical. Final triste que se muerde la cola, bien escrito y mejor resuelto, estructurado con imágenes poderosas y por instantes, brutales, con justificación y eficiencia. El contexto establecido para el desarrollo de los sucesos desborda el recipiente que intenta contenerlo, el relato deviene en la viñeta de un fresco extraordinario y vasto.



Estampida: Lázaro Covadlo
Tremendo pero sentía a ratos que con deleznable coherencia científica, y por el tema que asume (brecha generacional) la necesitaba, la lógica que lo anima flojea pero la pluma lo mantiene. Hay momentos en que la idea expuesta nos recuerda a “El Ultimo Recreo”, de Carlos Trillo & Horacio Altuna, y en su forma testimonial a “Diario de la Guerra del cerdo” de Adolfo Bioy Casares, argentinos indivisos. A pesar de esa debilidad, tanto la idea matriz como el propio relato funcionan, el uno reiteramos que por el buen oficio y la otra por ser bastante audaz y original. Me agrada la evolución del síndrome de disociación y abandono, con episodios intermitentes, cierres sublimes y comportamientos roñosos. El final, desgarrador e inclemente me gustaría para “La carretera” de Cormac McCarthy.



El Juego de los Mundos: Carlos Aira (fragmento de la novela)
El análisis de las correlaciones afectivo-emocionales de la familia ya apunta hacia una determinado método de abordaje, que se reproduce cuando expone el proceso mediante el cual la “Realidad Total” se reubica de juguete para millonarios a entretenimiento de masas. Rebotando entre la crueldad consciente y la indiferencia blanda reproduce ad nauseam por el universo los conflictos conyugales y de todo tipo característicos de l@s human@s, en otros tejidos reales. Y morando en ese contexto, cribados por la confusión perceptiva, la transformación corporal como moda, la erosión indetenible de roles y el derrumbe de valores, e inteligencias artificiales potentes y multidimensionales nos advierte que alcanzar la utopía puede ser demoledor, porque los problemas pueden desaparecer pero no el hastío, y a partir del esfuerzo de borrar ese sentimiento recalar en el sadismo metódico, y al no poder aplicarlo a nuestros congéneres por la conquista de la libertad proporcionada por la RT, llegamos a elegir a otras especies como recipientes de dolor, lo horripilante consiste entonces en que las civilizaciones a ser devastadas moran en algún punto de la multirealidad esgrimida por Everett y seguidores. En cierto modo ya ocurre con la extinción de decenas de miles de plantas y animales bajo el impacto de la catástrofe ambiental. Me recuerda a sendos relatos de Jerome Bixby (“Dirección única” y guiones de Star Trek) y Daniel Galouye (Mundo Simulado). Culmino señalando que es una delicia seguir la ruta trazada por el autor, veamos una muestra: “Considerada como una vida histórica, esa persona es cualquier cosa menos instantánea y accidental: es una construcción a largo plazo que puede ocupar una conciencia durante todo el lapso de la propia vida.




Cómo odiamos las despedidas: Jesús Llorente
Quiere ser una broma cruda y oscura a lo Stanislaw Lem, pero termina casi como un homenaje regurgitatorio, con dos personajes homónimos, y homosexuales donde el apellido de uno de ellos es un anagrama del personaje de los Relatos del Piloto Pirx. Con frecuencia sus disquisiciones no alcanzan a conmover, se vuelven dilatadas y los eventos no convencen, demasiados tics, ideas manidas, falsas premisas europeo-occidentales y ofuscaciones perimidas. Olvida que los tibetanos trepan los Himalayas por que es su hábitat y fue el “sherpa” Tensing quien subió al Everest arrastrando a Hill, que los polinesios fueron grandes navegantes y conquistaron el Pacífico y poblaron sus archipiélagos mucho antes que los europeos supieran separarse de la costa (véase una excelente explicación en Jared Diamond: “Armas, Gérmenes y Acero”) y así por el estilo. Sus sistemas de valores difieren de los europeos, ni mejor ni peor sólo distintos pero tan respetables como cualquier otro.


Más allá del rechazo ideológico que uno puede sentir por el relato posee algùn momento que reconcilia: “La increíble ansía de creer en lo imposible anida en el interior de la mayor parte de los seres humanos” y trasmite conceptos interesantes aunque invertidos en su lógica, verbigracia: Para los cristianos la existencia de otros seres inteligentes sería fatal (anoto que el Observatore Romano ha distinguido en varios artículos la multiplicidad de la vida, y por ende la existencia de ET, lo que no ha dejado claro es el papel que juega el sacrificio de Cristo), quizás por eso el que agoniza pide al que viaja que sean destruidao aquellos planetas donde aparezcan otros seres (¿genocidio por abandono?)


Si tuviera que renombrarlo a lo Woody Allen sería: “Intimidades y voyerismo… pero sin alcanzar a perturbarnos”, recurriendo a Joanna Russ: “Pareja en mundos paralelos… quiere ser trascendente pero no puede, y si el convocado fuese el estilo sociológico: “Dudas sobre la existencia de dios y sus consecuencias inesperadas para los viajeros”



Viaje a Gea: José Manuel Prieto
En Gea la visión de sus habitantes se puede sintetizar en: La vida como arte o el arte obturando los intersticios de la existencia, y de las obras integrales a que daría origen, así conectando el sistema educativo con educación por el arte convierte en verosímil su material y sugiere que la visión de Karl Marx se encarna en estos gaianos penetrados e invadidos por el afán artístico. También lo liga con las ondas de sueño, es una lástima que no prolongara las andanzas del nómada espacial, para que el final letal como un rayo fuera menos anonadante. Sin embargo tengo una queja mínima referida al manejo del relato, que tras un arranque soberbio, elige dos elipsis para culminarlo, una de ellas magnífica, que lo recortan de manera notable (es el relato más corto de la antología), pero en cierta forma también lo desmedulan.

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9/18/2009

Libros: Los Hijos de Anansi










Título Original: Anansi Boys
Neil Gaiman
Roca Editorial
2005






-A mi -le dijo- no me asusta nada.
-¿Nada?
-Nada.
-¿Te asusta muchismo nada? -le preguntó Gordo Charlie.
-Me da auténtico pavor -admitió el Dragón
-Pues ¿sabes? -replico Charlie-. Tengo los bolsillos llenos de nada. ¿Quieres verla?
-No -respondió el Dragón a regañadientes-. No tengo el menor deseo de verla.
Hubo un batir de alas -grandes como velas- y Charlie se quedó solo en la playa.
Esto -dijo- ha sido coser y cantar.



Fíjense que el mundo comenzó con una canción.


No, en serio, así comienza esta pieza de genio puro, con la canción que da inicio al mundo; y una vez que el mundo está en su sitio, y los personajes ubicados en sus respectivas esquinas, la historia puede comenzar.


Conectada solo por una cosa a American Gods, esta nueva novela de Neil Gaiman, el maestro tras esa deliciosa golosina en forma de cómic que es The Sandman, zarpa hacia costas extrañas para explorar más de ese fantástico universo donde hombres y dioses coexisten, donde ambos crean nuevas historias y realizan nuevas proezas para seguir dándole cuerda al mundo.


El señor Nancy –si, ese viejito que era el compinche de Wotan/Wednesday en la primera novela- se ha muerto, pero vamos, que no todos los días se muere un dios, y es que el señor Nancy era en realidad Anansi, el dios-araña tramposo, o mejor dicho trickster para ponernos exquisitos, de los pueblos africanos, señor de todos los relatos. Como que es un hombre de cuidado, ¿verdad? Pues fíjense que dejo familia, en la persona de sus hijos Gordo Charlie y Araña –Spider en el original en inglés-, y uno sabe demasiado bien quien y que era su padre, mientras que el otro no tiene ni idea de lo que ha heredado.


Y es que esta novela es en cierta forma, una historia sobre la familia como era The Sandman; sobre las cosas buenas y malas que esta conlleva y como, a pesar de todo, la sangre es más espesa que el agua. Pero claro está, no se limita solo a las vidas de Gordo Charlie y Spider y sus encuentros y desencuentros; en medio del lío están Rosie, la prometida de Charlie; el insoportable jefe de Charlie, Grahame Coats; Daisy, una policía de temer ante los pillos, y claro está, los habitantes del principio del mundo, ¿cómo que se complicó la cosa?; pero eso no es lo peor: muchos de ellos conservan el resentimiento ante las varias –y hasta sádicas, ¿qué creían?, ¿qué las historias son tal y como la Disney las cuenta?, ¿qué no se murió la madre de Bambi acaso?- formas en que Anansi se burló de ellos, y están más que dispuestos a saldar cuentas con su familia. Y como no, no falta una de esas maldades antiguas que ha esperado desde hace mucho, milenios o eones ya, para reclamar de vuelta lo que Anansi con su astucia e imaginación le quitó, y que le arrebató el domino que tenía sobre los humanos y los pueblos antes de nosotros. Algo que lo hacía implacable, terrible, letal.


A la vez, esta novela es una especie de comedia social picante a lo P. G. Woodehouse, un 

homenaje a los cartoons de Tex Avery en sus primeros tiempos, por no hablar que es una muy efectiva novela de terror, sin que le falte por ello humor o realismo. Sus personajes humanos son –me atrevería a decir- tetradimensionales, son personas que puedes perfectamente encontrarte en la calle, simplemente enfrentados ante situaciones extraordinarias o situaciones límite. Y vaya que tanto los buenos como los malos la van a pasar mal en esta novela, nadie va a salir entero del absurdo que va construyéndose en la novela, por ejemplo: ¿sabían que los pingüinos pueden ser una fuerza letal cuando se lo proponen?; ¿que solo nos encontramos con quinientas personas a lo largo de nuestra vida?, ¿o lo útil que es una anciana muerta vagando por el mundo? Por no hablar que se puede hacer magia antigua, oscura y sagrada con las cosas más mundanas. Si, todas estas sorpresas y más les esperan a quienes hinquen el diente a esta novela. Además, sus dioses sin ser absurdamente todopoderosos son creíbles, entrañables y hasta dan un poco de envidia, después de todo ¿quién no ha querido ser un dios una vez en su vida?. Además, tampoco la pasan muy bien ante las vendettas que sus viejos enemigos les tienen preparadas. Pero Anansi es más listo de lo que esperan, aún muerto se asegura que la gente se la lleve a lo grande en la vida, con mil y una trampas preparadas ante quien haga maldad. Después de todo, él a pesar de ser el Burlón entre los dioses, es también el justiciero, el amigo de los hombres, el Prometeo verbal del mundo que les asegura finales felices a quienes se los merecen, y si alguien va estar al timón del relato que estamos leyendo, tengan por seguro amigos lectores, que es el astuto señor Nancy en toda su humildad y astucia quien traza los senderos que cruza el lector. Anansi se asegurará que si algo malo va a pasar en esta novela, de minimizar los daños al máximo, y que los responsables del daño hecho paguen por los platos rotos; eso si, sus hijos tendrán que aprender sus lecciones de quienes son realmente, y cual es su lugar en el mundo antes de heredar su trono, pero…¿quién puede asegurar que Anansi esté muerto del todo? ¿Puede el deseo de contar historias, morir quizás?


Por no hablar que esta novela es una buena obra de fantasía, que nos muestra de forma sólida y convincente, como eso mágico e irreal toca nuestro mundo “normal” todos los días, y nos trae esa imaginación –más no esa inocencia que hemos perdido a cambio de la experiencia, y hasta la malicia- que creíamos perdida. Un nuevo éxito de uno de los autores mejor fundamentados en el campo de la fantasía y que aplasta pottereadas con la fuerza de un destacamento de elefantes cartagineses. En resumen un trabajo firme y delicioso ante el lector. 100% recomendado para los seguidores de Gaiman y de la buena fantasía urbana moderna en general. Sin redundar en detalles morbosos –pero por eso no menos terrorífica en sus imágenes de dolor, cual balazo entre los ojos-, ni dejarse llevar por los males de la novela ‘paranormal’ romántica actual –puesto que de haber finales felices los hay, más no acaramelados-, Los Hijos de Anansi es una obra que dará mucho que pensar a quien la lea sobre la sencillez, y a la vez, la complejidad de la naturaleza del mundo, como se enmaraña cual red de araña –si me perdonan la broma- y como se desteje con sencillez una vez que se analizan los hechos pausadamente. En resumen un libro para digerir con facilidad y a la vez para gozar con profundidad. Otro éxito asegurado del maestro Gaiman


Para más información sobre este libro, en este enlace:
http://www.threemonkeysonline.com/als/_neil_gaiman_anansi_boys_interview.html, hay una entrevista a Gaiman sobre sus intenciones a la hora de empezar a escribir esta novela, y en este otro: http://journal.neilgaiman.com/2006/08/hugo-words.html, una muestra de su humildad como escritor al declinar la nominación al Hugo del 2006 (y conste que ganó el del 2009 con la reciente El Libro del Cementerio de pronta publicación en español por Roca Editorial). Después de todo, aunque seas una superestella, no puedes dejar que el éxito se te suba a la cabeza o terminarás como Jacko (si, se que es una broma cruel, pero consuélense pensando que es el tipo de broma que el señor Nancy haría).


9/16/2009

4 años jarjachosos




Estimado Publico lector este blog:

Se han cometido una serie de errores e imprecisiones que en este momento paso a enmendar:

Primero, El verdadero aniversario de este blog, como algún lector puede haber notado es el 16 de Setiembre y no el 16 de Agosto, por lo que este es la nota real de aniversario.

Segundo, que, a partir de la presente fecha, damos por reiniciadas las actividades de publicación en este blog.

Más artículos pronto.

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