11/06/2009

Reencarnación


Dirigida por: Takeshi Shimizu

Escrita por: Takeshi Shimizu y Masaki Adachi

País: Japón

Año: 2005

Título original: Rinne

La película a la que me voy a referir es una producción del 2005, que entra dentro de lo que podríamos llamar terror japones. Partiendo del concepto budista de la reencarnación y de la idea del karma, esta pequeña joya de Takashi Shimizu (el mismo autor de Ju-On y Ju-On 2) es en el fondo una película que sobre como se hace una película de terror japonesa, sobre las fuertes creencias animistas de ese pueblo y de como algunas vez morir es solo el principio del terror, no el final. A la vez, abre la puerta a un ciclo grotesco, aparentemente sin fin, de búsqueda de la venganza y la justicia, por parte de un grupo de almas asesinadas ante el criminal que las mató. Pero es la sutileza con la que esa venganza se ejecuta lo que le da su sabor particular a este filme.

Aunque el comienzo puede parecer confuso y dar la imagen de ser una película más de fantasmas, debido a los ataques por parte de enigmáticas entidades incorpóreas hacia civiles inocentes, quienes solo tuvieron la mala suerte de cruzarse en su camino, el verdadero argumento comienza mucho después, en el Japón de la postmodernidad (sí, ese Japón incomprensible y derochador de Lost in Translation), cuando el director de cine Ikuo Matsumura (Kippei Shinna) decide hacer una especie de filme metatexual de horror sobre una masacre que un científico realmente loco obsesionado con la idea de la reencarnación, hizo en un humilde hotel en la campiña japonesa. Para el papel de Chisato (Mao Sasaki), la hija del profesor Norihasa, y una de las víctimas del científico, se elije a la joven actriz Nagisa Suguira (Yuka) e inmediatamente sentirá, contra su voluntad, una conexión espiritual con el fantasma de la niña, una conexión que tendrá terribles consecuencias para ella. A la vez, la filmación de la película estará llena de apariciones espectrales que solo Nagisa puede sentir, muy a su pesar y que la hacen seguir las pistas incorrectas para la resolución del misterio de porque las almas de los asesinados la persiguen; ¿quieren advertirle de algo?, ¿o su propósito es más siniestro?

La trama en sí se divide en tres hilos centrales: la filmación de la película —donde a mitad del rodaje, el representante de Nagisa encuentra una preocupante evidencia física de los crímenes acontecidos, que vincula presente y pasado—; las vivencias espirituales de Nagisa y la premisa de la que parte para intentar racionalizar lo que le está pasando: que fue una de las víctimas en su vida anterior; y la investigación que realizan Yuka (Marika Matsumoto) y Yayoi (Karina), dos universitarias, ligadas de un modo sutil al pasado que Matsumura filma. Solo es al final de la película que Shimizu enriza el rizo y une de una manera potente y explosiva —por no decir aterradora y creíble—
los tres hilos en uno solo, claro esta, quedando claro que, a medida que las verdaderas respuestas sobre cuales son los roles que cada persona cumple dentro del enigma, menos serán los que queden cuerdos o vivos para poder decir algo. Y es que los muertos saben como guardar sus secretos, y hacer justicia, cuando los vivos los molestan...

Y es que el concepto de reencarnación (la "rinne" del título en japones) es vital para entender el filme en su conjunto. El karma de los asesinatos no se ha purgado, espiritualmente hablando, y por eso las víctimas han pasado a ser yurei furiosos, quienes no se detendrán ante nada, ni nadie, para obtener justicia en este ciclo de la rueda de la vida donde su asesino se ha albergado en el más inesperado de los cuerpos.

Algo realmente destacable de esta producción, es el sentido de alienación y angustia que se puede sacar conforme se avanza en el desarrollo de la película, como se va desarrollando una situación sin salida, como las cosas alcanzan irónicamente un punto "muerto" (por decir lo menos) y solo pueden ir en picada hacia abajo. Porque los muertos se están reuniendo lo sepan los vivos o no, y más temprano que tarde obtendrán lo que es suyo, muera quien muera o peor aún. A veces no tienes que matar a alguien para enviarlo al infierno. Basta con decirle que estarás a su lado...para siempre.

¿No están convencidos? Digamos que la evidencia del asesinato múltiple —en este caso la tenebrosa muñeca de la hija del profesor Matsumura— puede convertirse en algo más aterrador que la mismísima Casa de Amytiville, dada la ambientación correcta. O que algo tan inocente como un juguete pueda invocar a un yurei deseoso de venganza. Por no hablar de la aterradora simetría que una cinta vieja de película puede tener con la venganza descrita unos párrafos arriba. O que una simple biblioteca universitaria sea un paso entre la vida y la muerte. Y no me digan que no hay algo de mórbido en filmar en la locación de un asesinato...basta mencionar el caso de la Casa Matusita.

En Japón las historias de fantasmas ocupan un genero literario per se: el kwaidan, y se nota la fuerte carga animista de esta cultura, pese a sus múltiples y alienados intentos de compenetrarse con lo occidental (como te vea la cara Kamen Rider Decade...), una fuerte ración de folklore, hábilmente "modernizado" queda en películas como esta, que mantiene esta tradición viva y con fuerza. Y como toda película de terror moderna japonesa nos deja con más preguntas que respuestas: ¿logrará Nagisa resolver el rompecabezas que une a los muertos y a los vivos a tiempo? ¿Este será el fin del ciclo de venganza o en la siguiente reencarnación volverá a empezar esto de nuevo? ¿Realmente alguna vez podrán descansar al fin las víctimas de Norihasa o todos están condenados a su peculiar rincón del Infierno?

A veces no hay un fin a la condenación.

P.D: Para los que gusten de los créditos al final encontrarán una grata sorpresa: ¡la música es de Kenji Kawai (Ghost in the Shell, Ghost in the Shell: Innocence, Vampire Princess Miyu, Starship Operators, The Sky Crawlers, y un sinfin de producciones de calidad más tanto de j-horror como de anime)!


3 comentarios:

Daniel Salvo

Brrr... escalofríante.

ShonenKNF

te recomiendo Noroi The course. tiene un stilo a lo Paranormal Activity pero es mucho mejor.

Anónimo

me acuerdo cuando la vi en el cine, y me parecio la mejor pelicula de terror de toda mi vida!!! la escena de la muñequita me mato jaja

  © Blogger template por Emporium Digital 2008

De vuelta hacia ARRIBA